Santo Domingo.- En el sector La Toronja, los residentes de la calle Pedro Mir se han manifestado totalmente sorprendidos con el abatimiento al nombrado Carnaval por la Policía Nacional.
Debido a su presunta participación en el robo a la joyería «Argenis Oro» y otros delitos, el cadáver aún no ha sido entregado a sus familiares. Julián López, uno de los vecinos, expresó su sorpresa y preocupación ante el suceso:
«Aquí la gente del barrio dice que ha muerto alguien, pero sabe que a veces la juventud está falta de orientación. Aunque hagan cosas malas, no hay que llegar a quitarle la vida a nadie. El único que puede hacer eso es Dios».
ara López, este incidente no refleja la esencia del barrio, que describió como un lugar respetuoso y pacífico. Además, hizo un llamado a que se brinden más oportunidades a los jóvenes, como empleo y espacios recreativos, para evitar que caigan en la delincuencia.
Otro residente, Robert de la Cruz, opinó que la situación pudo haberse manejado de otra manera: «Si ya lo atraparon, no era necesario matarlo. La vida solo le pertenece a Dios. Aquí vivimos tranquilos y sin problemas; no entendemos por qué pasó esto».
Steven Valerio, otro vecino, contó que se enteró del incidente al ver a la policía en la zona: «Esto es algo muy raro por aquí, nunca habíamos visto algo así. Parece que estaban buscando al muchacho, pero él no era de este barrio».
El caso ha generado un debate entre los residentes, quienes, aunque lamentan los delitos cometidos, consideran que el desenlace fue demasiado violento.