El gobierno de República Dominicana informó el martes que deporta un promedio de 30.000 haitianos por mes desde que endureció su ya implacable política migratoria en octubre pasado.
El presidente Luis Abinader encabeza la cruzada contra la migración ilegal de haitianos: multiplicó las redadas y expulsiones, cerró la emisión de visas y reforzó la presencia militar en la frontera, donde además levantó un muro divisorio.
Y aunque muchos de los deportados regresan al país a los días por trochas, hay un clima de miedo.
La Dirección General de Migración (DGM) informó que en julio expulsó a 31.462 migrantes hacia Haití, el país más pobre de la región y desde hace unos años azotado por la violencia de las pandillas.
“La DGM mantiene un promedio de más de 30.000 reconducciones mensuales, resultado de una política operativa que prioriza la cobertura nacional y la respuesta eficaz ante la migración irregular”, indicó en un comunicado.
El gobierno dominicano endureció en octubre pasado su política migratoria, con más redadas y la meta de 10.000 deportaciones semanales. La DGM informó hace unos días que entre octubre de 2024 y julio fueron deportados más de 300.000 haitianos.
“Recomendamos a los inmigrantes irregulares que están aquí en República Dominicana que salgan voluntariamente a su país”, dijo el director de la DGM, Luis Lee Ballester. “Van a aumentar las interdicciones”, advirtió en referencia las redadas, que abarcan incluso maternidades en la búsqueda de indocumentadas embarazadas o que recién dieron a luz.
“Hay que cortar cualquier práctica que vaya en contra de los intereses nacionales”, añadió.
Sin embargo, sectores de la economía como el turismo, la agricultura y la construcción son golpeados por el incremento en las deportaciones. La mano de obra haitiana es más económica y dispuesta a hacer estos trabajos pesados.
