El cáncer de páncreas figura entre las enfermedades más letales del mundo y, a pesar de su alta mortalidad, sigue siendo poco conocido por gran parte de la población. Especialistas insisten en que la mejor arma contra este tumor es la prevención, basada en la adopción de estilos de vida saludables.
La doctora Claritza Pimentel, nutrióloga clínica oncológica del IntraCare Center, explicó que, si bien no existe una fórmula infalible para evitarlo, múltiples investigaciones demuestran que dejar el tabaco, mantener un peso adecuado, llevar una dieta equilibrada y moderar el consumo de alcohol puede reducir de manera significativa el riesgo.
“El tabaquismo está vinculado a uno de cada cuatro casos de cáncer pancreático. Abandonar el cigarrillo no solo mejora la salud general, sino que también disminuye considerablemente la probabilidad de desarrollar este tipo de tumor”, subrayó la especialista.
Factores de riesgo y estilo de vida
El sobrepeso y la obesidad incrementan las probabilidades de padecer la enfermedad, por lo que la actividad física regular y el control del peso son determinantes. En cuanto a la alimentación, se recomienda priorizar frutas, verduras, granos integrales y evitar carnes procesadas, grasas saturadas y bebidas azucaradas.
El consumo excesivo de alcohol también representa un peligro, ya que puede desencadenar pancreatitis crónica, una condición asociada a un mayor riesgo de cáncer de páncreas.
Herencia genética y detección temprana
La genética es otro factor clave. Personas con antecedentes familiaresdirectos o con síndromes como Lynch o pancreatitis hereditaria deberían considerar su inclusión en programas de cribado, que incluyen estudios como ecoendoscopia o resonancia magnética para detectar lesiones en etapas iniciales.
Uno de los grandes desafíos es que este cáncer suele no presentar síntomas en sus fases tempranas, y cuando aparecen, la enfermedad ya se encuentra avanzada. Entre las señales de alerta se encuentran: ictericia, dolor abdominal o de espalda, pérdida de peso sin causa aparente, fatiga, náuseas, vómitos, cambios en las heces, falta de apetito o la aparición repentina de diabetes tipo 2 en adultos.
Prevención como estrategia principal
Actualmente no existe una prueba específica y efectiva para detectar el cáncer de páncreas en personas sin factores de riesgo. Por eso, la prevención y la concienciacióncontinúan siendo las principales herramientas para enfrentarlo.
Mientras la investigación médica busca métodos diagnósticos más precisos, la doctora Pimentel hace un llamado a reforzar la educación sanitaria, fomentar los chequeos médicos regulares y promover un estilo de vida saludable desde edades tempranas.
“Estar informado y acudir al médico ante cualquier síntoma inusual puede marcar la diferencia”, concluyó.



