Santo Domingo.- Durante el Mes de la Prevención del Glaucoma, el Instituto Espaillat Cabral, centro oftalmológico, destaca la importancia de la detección temprana de esta enfermedad ocular silenciosa, que puede causar pérdida irreversible de la visión si no se trata a tiempo.
El glaucoma es una de las principales causas de ceguera prevenible en el mundo y la segunda causa de ceguera en la República Dominicana, afectando aproximadamente al 2% de la población.
Se trata de una enfermedad progresiva que daña el nervio óptico debido al aumento de la presión intraocular, causando la pérdida irreversible de la visión periférica y, en sus etapas avanzadas, la ceguera total.
Debido a su carácter asintomático en las fases iniciales, el glaucoma es conocido como «el ladrón silencioso de la visión».
Muchas personas desconocen que lo padecen hasta que el daño visual es significativo, lo que hace fundamental la realización de chequeos oftalmológicos regulares, especialmente en personas con factores de riesgo como mayores de 40 años, pacientes con antecedentes familiares de glaucoma, hipertensión arterial, diabetes o individuos de raza negra.
Existen distintos tipos de glaucoma, siendo el más frecuente el de ángulo abierto, que progresa de manera lenta sin causar molestias evidentes.
También está el glaucoma de ángulo cerrado, que puede generar un aumento repentino de la presión intraocular, provocando síntomas como dolor ocular intenso, visión borrosa, náuseas y vómitos. Además, existen formas congénitas y juveniles que pueden afectar a recién nacidos y niños, quienes pueden presentar lagrimeo, sensibilidad a la luz y aumento del tamaño del ojo.
Para prevenir el glaucoma y evitar su progresión, se recomienda la realización de exámenes oftalmológicos completos de manera periódica, los cuales incluyen la medición de la presión intraocular y la evaluación del nervio óptico.
El tratamiento del glaucoma varía según la gravedad y el tipo de la enfermedad.
Puede incluir el uso de medicamentos en forma de gotas oftálmicas, procedimientos láser y cirugías ambulatorias avanzadas.
Aunque la visión perdida no puede recuperarse, un tratamiento oportuno y adecuado puede frenar el avance de la enfermedad y preservar la calidad de vida de los pacientes.
