By La Casa Blanca propondrá ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el envío de una misión de seguridad internacional a Haití, con el objetivo de enfrentar a las redes de narcotráfico que hoy dominan aproximadamente el 80% del territorio haitiano.
La iniciativa busca responder a una situación cada vez más crítica, en la que bandas criminales han desplazado al Estado, instaurando un régimen de violencia, extorsión y terror en vastas zonas del país. Solo en el último trimestre, más de 1,500 personas fueron asesinadas y al menos 600 resultaron heridas, según un informe reciente de la Oficina Integrada de la ONU en Haití.
No obstante, el despliegue de esta misión requerirá sortear obstáculos geopolíticos importantes, entre ellos, evitar un posible veto por parte de China en el Consejo de Seguridad. Estados Unidos considera que, a pesar de sus reservas hacia los organismos multilaterales, la ONU representa la vía más viable para contener la creciente inseguridad en Haití, que amenaza con desestabilizar a toda la región.
El país caribeño se ha convertido en un punto estratégico para el narcotráfico, el tráfico ilegal de armas y la migración irregular. La violencia alcanzó un nuevo nivel esta semana, cuando Jimmy Chérizier, uno de los principales líderes criminales, lanzó una amenaza directa al Consejo Presidencial de Transición, advirtiendo que tomará por la fuerza las oficinas del gobierno si no hay una renuncia inmediata.
“Pueblo haitiano, únanse a nosotros en la batalla. Libertad o muerte”, declaró Chérizier en un video que circuló ampliamente en redes sociales, mientras crece el temor de un estallido mayor.
