Un reciente estudio científico determinó que el cerebro humano pasa por cinco fases bien definidas desde la infancia hasta la vejez, marcadas por cambios en su estructura y conectividad neuronal.
Durante la infancia (0-9 años), el cerebro crece rápidamente y se producen procesos de poda sináptica, eliminando conexiones poco usadas y reforzando las más activas. Alrededor de los 9 años, comienza una reorganización que puede aumentar la vulnerabilidad a ciertos trastornos de salud mental.
En la adultez temprana (9-32 años), las redes neuronales se refinan y la materia blanca aumenta, consolidando la madurez cerebral hacia los 32 años. Entre los 32 y 66 años, el cerebro permanece estable, con pocos cambios estructurales, manteniendo la inteligencia y la personalidad. A partir de los 66 años y especialmente después de los 83, se observa una disminución en la comunicación entre regiones cerebrales, propia del envejecimiento.
Los investigadores destacan que estos hallazgos explican por qué ciertos desafíos cognitivos aparecen en etapas específicas de la vida y subrayan que la madurez cerebral llega más tarde de lo que se creía, alrededor de los 32 años.




