Por Manuel Antonio Vega
HATO MAYOR.- Una tarde de sombreros vibrante y colorida ha revalidado, de la manera más elegante y expresiva, la rica historia y la profunda idiosincrasia económica y cultural de Hato Mayor.
El evento se convirtió en uno de los puntos focales dentro del marco de la celebración de la 3ra. Feria Expo Carne, que ha logrado congregar a miles de hatomayorenses día tras día en el Campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Al caer la tarde de este sábado, la tarima se engalanó para el desfile, una manifestación cultural organizada por la Fundación Nuevo Sendero, presidida por la abogada Erotilde Severino, quien destacó que la participación de las damas y sus adornos buscaba, precisamente, resaltar la manifestación cultural ancestral que define a los hatomayorenses.
Un selecto grupo de mujeres se convirtió en lienzos andantes, portando sobre sus cabezas sombreros personalizados cuyos coloridos adornos no eran meros accesorios, sino símbolos vivos de las costumbres, la cultura y la potencia productiva de la provincia.
Los diseños eran un paseo por la identidad local, ya que
habían sombreros que describían la producción agrícola en general.
Otros contaban la historia de la ciudad, llevando entrelazada en su cúpula la corona de la plazoleta del emblemático Parque Municipal “Mercedes de la Rocha”.
Tengo que decirlo, fue el desfile de la Historia y la Economía de mi amado Hato Mayor
Cada sombrero narraba un capítulo de Hato Mayor del Rey, como el de Doña Nurys García de Pappaterra que lució un elegante ejemplar que simbolizaba la producción ganadera, el pilar fundamental en la fundación del pueblo, que nació como el Hato Mayor del Rey Carlos V hacia 1520.
La riqueza de la tierra se hizo presente con un sombrero que simbolizaba la producción de cacao; otro diseño destacó la potencia cítrica de la región, merecedora del título de “Capital del Cítricos” por ser la provincia de mayor producción en el país.
Una dama, vestida de un blanco intenso, exhibió un hermoso sombrero que representaba la delicada producción de flores de la provincia.
La abogada Maribel Jáquez honró con su arte la producción de café y Soyla Bassa mostró la variedad de la producción de frutas.
Por su parte, la abogada Luchy Corprán deslumbró con un bello y elegante sombrero alusivo a la producción de caña de azúcar, renglón que fue clave en la economía provincial, recordando que Hato Mayor llegó a operar dos ingenios: Las Pajas (1916-1963) y Pringamosa (1998-2002).
La psicóloga Sunilda Sosa, junto a otras participantes, también simbolizó las flores y la producción agrícola de este católico pueblo.
Cerrando con un toque de brillo geológico, la gestora cultural Marcelina Pérez vistió su sombrero con piezas de ámbar, elevando el recuerdo de que Hato Mayor es también la “Capital de Oro Foslizado”.
En suma, esta tarde de sombreros no solo fue un espectáculo de moda y creatividad, sino una poderosa y emotiva reafirmación de la identidad hatomayorense, un homenaje vivo a sus raíces, su tierra y su gente.
Se exhibieron diseños que gritaban a los cuatro vientos: cacao, cítricos (revalidando su título de “Capital del Cítricos” por ser la provincia de mayor producción nacional), y flores, lucido por una dama en un vestido de blanco intenso.
El evento no fue solo un desfile de moda, sino una poderosa y colorida reafirmación de que la identidad de Hato Mayor está intrínsecamente ligada a su tierra, su historia y su gente.
La tarde de sombreros se convierte así en una cita memorable de la Expo Carne, un testimonio vivo de que la herencia ancestral de este pueblo sigue tan fuerte y vibrante como sus producciones.
Expo Carne ha transformado y orientado la forma de realizar eventos en Hato Mayor.







