Santo Domingo.– El exvicepresidente de la República y dirigente de la Fuerza del Pueblo, Rafael Alburquerque, informó que esa organización política realizará una marcha el próximo 30 de noviembre para denunciar lo que considera un rumbo errático del gobierno actual. Aseguró que la administración del presidente Luis Abinader “conduce el país como un barco a la deriva” y que la oposición no puede permanecer indiferente.
Alburquerque explicó que, aunque la jornada coincide con el cierre de los congresos internos que celebra su partido tras los comicios pasados, la movilización también busca llamar la atención sobre situaciones que —según afirmó— afectan a la población dominicana.
Cuestionamientos a infraestructuras y manejo de emergencias
El exvicepresidente criticó el colapso de un tramo de la circunvalación de Baní tras las lluvias de la tormenta Melissa, y calificó como preocupante la respuesta oficial, que atribuyó el fallo al uso de “materiales malos” en la obra. También cuestionó que no existiera una supervisión adecuada durante su construcción.
Recordó igualmente el desplome de un tanque de agua del Inapa en San Pedro de Macorís, atribuido a una junta oxidada, y el fallo del Metro de Santo Domingo durante el reciente apagón nacional, pese a contar con una planta de respaldo de 40 megavatios. En su opinión, estos casos reflejan “falta de mantenimiento y de gestión”.
“El país está sin rumbo”
En entrevista para el programa D’Agenda, Alburquerque afirmó que los problemas recientes evidencian “incompetencia, indolencia e ineficacia” en la administración pública. Agregó que el crecimiento económico no superará el 2.5 % este año, muy por debajo de los niveles registrados en periodos anteriores.
“Si no hay desarrollo económico, todos los problemas del pueblo se agudizan”, expresó. Según dijo, la marcha servirá para exigir soluciones y advertir sobre un “rumbo equivocado” que, a su juicio, debe ser corregido.
Acusa al Gobierno de convertir programas sociales en un negocio
El exvicepresidente denunció además que el Gobierno habría desmantelado los controles que regulaban los programas sociales como la Tarjeta Solidaridad y que hoy —aseguró— se manejan con poca transparencia.
Recordó que, durante su labor al frente del Gabinete Social, los beneficiarios eran seleccionados por el Siuben con apoyo de organizaciones civiles, y que cada tarjeta era personalizada e intransferible. Señaló que ahora existen casos de tarjetas “al portador”, pérdidas frecuentes y hasta denuncias de personas cambiando decenas de ellas en supermercados.
“Eso se ha convertido en un negocio. Ya no hay control”, afirmó.
Califica como un “robo” no indexar salarios
Alburquerque también acusó al Gobierno de incumplir la indexación salarial prevista por el Código Tributario, lo que describió como “un robo” a los trabajadores. Argumentó que, al no ajustar el tramo exento del Impuesto Sobre la Renta según la inflación, el salario rinde menos y el trabajador termina pagando más.
Cuestionó igualmente la inclusión masiva de ciudadanos en el régimen subsidiado de Senasa sin validación del Siuben. Según dijo, hay beneficiarios que no califican como población pobre, lo que atribuyó a “demagogia y clientelismo político”.
Alerta sobre narcotráfico e infiltración política
Finalmente, Alburquerque expresó preocupación por la creciente influencia del narcotráfico en la política y en instancias del Estado. Consideró que este fenómeno representa un riesgo para la institucionalidad y llamó a tomar medidas urgentes.
“No se puede permitir que el narcotráfico permee los partidos ni los poderes públicos. Ya es hora de poner la barba en remojo”, advirtió.




