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¿Qué es insuficiencia venosa crónica?

¿Qué es insuficiencia venosa crónica?

El Dominicano La insuficiencia venosa crónica (IVC) es más común de lo que parece. Millones de personas la padecen, aunque muchas aún lo desconocen.

Esta condición se presenta cuando las venas de las piernas tienen dificultades para devolver la sangre al corazón. Por eso, la sangre se acumula en las extremidades.

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Con el tiempo, esta acumulación provoca presión y debilita las venas. Por eso, es esencial conocer sus síntomas, causas y opciones de tratamiento.

¿Cómo funciona el sistema venoso?
El cuerpo humano distribuye sangre con oxígeno a través de las arterias. Luego, las venas se encargan de traerla de vuelta al corazón.

En las piernas, las venas cuentan con válvulas que impiden que la sangre retroceda. También ayudan los músculos de la pantorrilla al contraerse.

Si las válvulas se dañan, la sangre regresa y se acumula. Esta presión adicional estira las venas y empeora el problema con el tiempo.

Factores de riesgo que no debes ignorar
Aunque cualquier persona puede padecer IVC, algunos factores aumentan la probabilidad de desarrollarla con los años.

Entre los principales riesgos están la edad avanzada, el sobrepeso, el embarazo o tener familiares con esta condición.

Quienes permanecen muchas horas sentados o de pie también están en riesgo. Lo mismo ocurre con quienes no hacen actividad física regular.

Además, lesiones en las piernas o antecedentes de trombosis también pueden afectar la función venosa de forma permanente.

Señales de alerta que debes observar
Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica suelen aparecer de forma progresiva. Ignorarlos solo empeora el cuadro clínico.

Las piernas pueden sentirse pesadas o cansadas, especialmente al final del día. A veces, también hay calambres nocturnos.

La hinchazón, sobre todo en los tobillos, es otro signo frecuente. Puede acompañarse de picazón, hormigueo o piel reseca.

Las venas varicosas visibles son una señal clara. En casos más avanzados, aparecen úlceras o manchas oscuras en la piel.

Diagnóstico y tratamiento oportuno
Ante cualquier síntoma, lo mejor es consultar al médico. Un examen físico y un ultrasonido Doppler suelen confirmar el diagnóstico.

El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y evitar complicaciones. Las medidas conservadoras son la primera opción recomendada.

Levantar las piernas con frecuencia, mantener un peso saludable y hacer ejercicio diario puede marcar una gran diferencia.

Además, las medias de compresión son muy efectivas. Aplican presión desde el tobillo hacia arriba para facilitar el flujo sanguíneo.

Cuando los síntomas persisten, existen tratamientos médicos mínimamente invasivos. Algunos de ellos cierran o eliminan las venas dañadas.

Entre los procedimientos más utilizados están la escleroterapia, la ablación por láser o radiofrecuencia, y la microflebectomía.

En casos severos, el médico podría sugerir una cirugía. No obstante, hoy en día se prefiere optar por técnicas menos agresivas.

Cuidar tus venas es cuidar tu salud
La insuficiencia venosa crónica no debe tomarse a la ligera. Si se detecta a tiempo, es posible vivir sin dolor ni limitaciones.

Dar pasos sencillos como moverse más, controlar el peso y usar medias compresivas puede ayudarte a evitar complicaciones.

Escucha a tu cuerpo. Si sientes pesadez, dolor o notas cambios visibles en tus piernas, busca atención médica lo antes posible.

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